Desde el comienzo en Internet de la era Web 2.0 y con la revolución que la misma supuso para el medio, cada vez con mayor frecuencia se ha extendido la presencia y consumo de productos audiovisuales en la red.
Vídeos, archivos de audio o imágenes son algunos de los elementos que actualmente podemos encontrar en cualquier página web y que han hecho de este medio un espacio llamativo y dinámico.
El principal foco de producción se encuentra a cargo de la industria del entretenimiento, ámbito que supone un pilar básico de atracción a Internet y que en los últimos años ha experimentado una evolución a pasos agigantados. No obstante, también son numerosos los contenidos audiovisuales destinados a informar.
Hasta el momento la tendencia más asentada ha sido la de adaptar productos audiovisuales pertenecientes a otras plataformas mediáticas, como la televisión, la radio o el cine. Internet ha conseguido incorporar los formatos tradicionales de los mismos y posicionarse como el medio con mayor crecimiento exponencial del siglo XXI.
Tanto es así, que todos los medios de comunicación originales de otras plataformas y formatos, han creado sus propios portales adicionales en Internet, donde ofrecen toda su programación en diferido y "a la carta", permitiendo al usuario disfrutar de los contenidos audiovisuales emitidos previamente en televisión o radio, así como información sobre su programación.
Tanto es así, que todos los medios de comunicación originales de otras plataformas y formatos, han creado sus propios portales adicionales en Internet, donde ofrecen toda su programación en diferido y "a la carta", permitiendo al usuario disfrutar de los contenidos audiovisuales emitidos previamente en televisión o radio, así como información sobre su programación.
Uno de los servicios para el audiovisual que ofrece Internet es el streaming, que permite reproducir archivos de vídeo y audio sin necesidad de descargarlos a nuestro ordenador. Podemos verlos directamente desde la red.
Sitios web de visionado o descarga de películas y series online, como cinetube, veocine o seres yonkis, han tenido una gran aceptación y reciben miles de visitas diarias por parte de los cibernautas.
También existen páginas destinadas a un consumo audiovisual más efímero, pues los contenidos que ofrecen son de menor tamaño y duración. Un ejemplo claro es Youtube, página donde se encuentran almacenados milllones de vídeos, no solo procedentes de emisiones televisivas o cinematográficas, sino también realizados por los propios usuarios, que pueden subirlos y ponerlos a la vista de cualquier persona.
Este es uno de los mayores éxitos de Internet, convertirse en un medio de participación, colaboración y accesible a todos.
Es por ello que en los últimos años ha aumentado el número de producciones destinadas directamente a esta plataforma mediática. Es el ejemplo de algunas series como Malviviendo, Síndrome de Estocolmo o COPS: Brigada antitabaco, que han sido grabadas con un bajo presupuesto por principiantes del gremio, que exponen su material audiovisal al público de manera gratuita.
Por otro lado, podemos encontrar páginas como MySpace, en las que artistas y grupos musicales pueden autopromocionarse subiendo canciones, imágenes y vídeos.
No obstante, aunque todo parezcan ventajas, nada de esto está libre de conflictos y controversias, pues el auge de Internet puede, en parte, producirse en detrimento de otros medios.
En definitiva, navegar por la red supone sumergirse de lleno en un mar creciente de contenidos audiovisuales que nos permiten informarnos, comunicarnos y entretenernos, aglutinando múltiples funciones en un único dispositivo.
Carlos Lahuerta
Por otro lado, podemos encontrar páginas como MySpace, en las que artistas y grupos musicales pueden autopromocionarse subiendo canciones, imágenes y vídeos.
No obstante, aunque todo parezcan ventajas, nada de esto está libre de conflictos y controversias, pues el auge de Internet puede, en parte, producirse en detrimento de otros medios.
En definitiva, navegar por la red supone sumergirse de lleno en un mar creciente de contenidos audiovisuales que nos permiten informarnos, comunicarnos y entretenernos, aglutinando múltiples funciones en un único dispositivo.
Carlos Lahuerta
Estoy de acuerdo. Se puede decir que en Internet lo que se consume son productos audiovisuales.
ResponderEliminarEsto por una parte es bueno, sobretodo para los que no trabajamos para ninguna empresa o los que nos montemos algo similar por Internet, más que nada por su bajo coste de producción.
Sin embargo, lo que habría que plantearse es si a costa de una reducción de presupuesto estamos sacrificando la calidad.
Obviamente los productos pensados para Internet no tienen la misma calidad que los que están diseñados para otros soportes, no obsntante creo que antes o después (si no ya), el auge de contenidos destinados a Internet, acabará repercutiendo en la forma de producir proyectos audiovisuales en general (recorte de presupuesto, calidad, tiempo...), sin importar el destino.
Me parece muy interesante el artículo y el tema a tratar.
ResponderEliminarYo quizá tengo una perspectiva un poco más positivista que la de Lorena, puesto que me parece estupendo que Internet haya constituido como una ventana de fácil acceso tanto de cara al consumo como, sobretodo, de producción del audiovisual. Prácticamente la mayor parte de contenido que consumo regularmente sólo desde la red es de una calidad estable y concorde con el coste de lo que se está produciendo. Sinceramente, no sé si las empresas se arriesgaran a cambiar sus modelos de siempre por adaptarlos a estos nuevos modelos que surgen, aunque siempre quedará abierta la duda.
Personalmente, me parece una buena manera de ofrecer contenido, y una facilidad de acceso que lo sitúa al alcance de cualquiera... En términos de calidad... Solo hay que gastar un poco de tiempo en buscarlo. =D